La Talla majorera
Talla elaborada por María Salomé García Acosta en su taller de La Alcogida |
Se trata de una vasija grande de barro cocido, más estrecha en la base y en la boca, que normalmente lleva una tapa, y encima de ésta una taza o jarrito también conocido como bernegal, asimismo este término se puede utilizar para referirse a la propia talla. El tamaño mayor de esta vasija puede albergar hasta 10 litros de agua. Esta pieza de locería era realizada por mujeres, como toda la cerámica canaria en general, con método tradicionales, completamente a mano y sin torno. Va situada justo bajo la destiladera o pila, un recipiente semiesférico y ahondado, de piedra volcánica, porosa, por donde se filtra el agua de lluvia. Esta piedra suele estar sobre un mueble de madera.
María Salomé trabaja en la elaboración de la talla... |
El agua de la destiladera, pila o piedra de destilar se filtra por los poros de la piedra y cae en la talla, que una vez llena se tapa con un plato, sobre el que se coloca un vaso, taza o jarrito para servir y beber el agua destilada. Este uso llega con los europeos, y demuestra la adaptación de la cerámica aborigen a las nuevas necesidades del pueblo, a la vez que pierde la variedad y riqueza decorativa que demostraban anteriormente.
También se ha utilizado para transportar agua y en algunos lugares servía para conservar la carne del cerdo.
Mueble de Madera para destiladera y Talla con jarritas y otros accesorios |
Esta pieza de artesanía canaria ha dado lugar al siguiente dicho en las Islas: “para una talla desbocada/vieja/enfondada (como suele suceder con los refranes existen variaciones) nunca falta un jarro sin asa”. Se asemeja al, quizás, más popular: “siempre hay un roto para un descosido”. En conclusión, quiere decir que por infeliz o raro que uno sea siempre hay alguien capaz de entenderlo y apreciarlo.
Detalles de diferentes momentos de elaboracíón de la pieza por María Salomé García Acosta
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