¿ Como seleccionar el mejor barro para elaborar una pieza alfarera ?
Josefa Acosta y Angel Luís Toledo cargando material desde un Barrero |
cerámica, es encontrar un buen barro.
Lo lógico, y económico es buscarlo lo más cerca del taller.
Los barros o arcillas, los podemos reconocer sobre el terreno con más facilidad cuando están secos, pues su cuarteamiento nos indica que es un barro, y no una tierra.
Para ahorrarnos trabajo y esfuerzo, lo más sencillo es conocer las diferentes charcas de los alrededores, donde cada año, si es que llueve, se acumula el agua que se escurre por las laderas.
Cuando esta se seca , queda en la superficie el barro más fino y limpio, pues las piedras se han ido al fondo, se han decantado al ser más pesadas que el barro.
Lugar de un Barrero |
También hay que tener en cuenta la cantidad de cal existente en el terreno. Lo malo de la cal es que cuando se quema en el horno se calcina, se deshace, volviendo muy frágil y porosas las piezas.
María Salomé García Acosta preparando el barro en su taller. |
Cuando llueve en Fuerteventura, la Isla se llena de colores. Muchos de ellos son de diferentes tierras en los cortes de las carreteras o en las lomas.
Algunas de estas tierras se pueden emplear para pintar con ellas las piezas todavía húmedas.
Las más conocidas son los almagres, (de color rojo intenso y oscuro) y los tegues, (barros blancos muy calcáreos).
Al igual que los barros, las tierras de color se reconocen por su cuarteamiento al secarse.
Una vez localizados los barros que puedan interesarnos para trabajar con ellos, pasamos a probarlos en el taller.
El barro “ideal” sería aquel que es fácil de trabajar, (buena plasticidad), que encoge lo menos posible, (menos de un 1%) y que aguanta mucha temperatura durante la quema, (más de 100ºc).
Pues bien, los barros de Fuerteventura están lejos de estos parámetros.
Para saber si un barro tiene buena plasticidad, debemos mezclarlo con agua, amasarlo, dejarlo reposar un día, y luego hacer una argolla con él.
Amasijo de Barro |
Será bueno si no se raja o rompe al hacerla, o secarse.
El encogimiento de un barro se puede calcular fácilmente si en una plaquita de barro fresco, rallamos una línea de 10 cm., que mediremos después de su quema, para así conocer su encogimiento. (Lo normal en Fuerteventura es que los barros encojan más de un 10%).
El punto de fusión de un barro, o de cualquier sólido, es aquel en el que deja de ser sólido y comienza a ser líquido. O sea, cuando se comienza a fundir. (El punto de fusión del agua helada, sólida, es de 0ºc. en estado puro, y el de los barros canarios está sobre los 900ºc.).
Para conocer el punto de fusión de un barro, lo quemaremos en un horno a diferentes temperaturas, (utilizando para ello un pirómetro, termómetro para el fuego), hasta llegar a ese punto-temperatura.
Quemando piezas de barro |
Las tierras de colores se tienen que probar sobre placas de barro húmedo, para que se sequen a la par que el barro, y una vez secas o quemadas, comprobar que no se desprendan, que mantienen el color deseado y que son suficientemente duras. (Hay que probar con diferentes grosores en la capa aplicada, pues muy a menudo con una capa media o gruesa, las tierras se caen, pero no así cuando es fina, o muy fina).
Con el picón, o arena, lo que tenemos que probar es, por un lado el grosor del grano con el que trabajar, y por otro la proporción que añadiremos del mismo al barro. (Esto dependerá del tamaño y tipo de pieza que elaboremos. Nosotros empleamos el picón más fino posible en una proporción del 20%, 1 kg. de barro, 200 gr. de picón). El color del picón es una característica a tener en cuenta.
Elaborando pieza de barro |
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