Tipos de Hornos.
María Salomé García en un proceso de quema |
Un horno es un espacio donde se acumula mucho calor.
El mejor horno es aquél que con la menor cantidad de combustible consigue acumular la mayor cantidad de calor.
Los primeros hornos que se conocen son de una sola cámara, parecidos a los hornos de pan tradicionales, y se comenzaron a emplear en China hace unos 10.000 años.
Luego llegaron los de dos cámaras; los que separan el combustible, la madera, de las piezas a quemar.
A partir de este horno de dos cámaras, se diversificaron hasta el infinito, o sea, hasta hoy en día, que existen centenares de tipos de hornos, dependiendo su diseño de las necesidades del taller, la temperatura máxima a llegar y posibilidades económicas del usuario.
María Salomé elabora sus piezas con materiales naturales al igual que la quema propia en un horno al modo tradicional.
Combustibles
En los primeros hornos se utilizó la madera como principal combustible.
Luego también se empleó el carbón.
Mucho más tarde, con el descubrimiento del petróleo y sus derivados industriales (gas, gasoil, etc.) se comenzaron a utilizar estos combustibles, simplificando mucho el proceso de la quema.
Con el invento de la electricidad llegó la forma más simple, pero más cara, de quemar la cerámica (la electricidad no es un combustible, es una fuente de calor, pues no existe combustión en el horno, si no el calentamiento extremo de una resistencia eléctrica).
La forma más sofisticada, hasta ahora, es la utilización del calor que nos llega del sol con sus benéficos rayos. El problema es concentrarlos para conseguir altas temperaturas. Solo se emplean hornos solares cerámicos para quemar muy pequeñas piezas.
En cuanto a costes de producción, lo más económico por ahora es el gas butano, pues tanto la madera como la electricidad son muy costosos.
Piezas Horneadas |
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