Del ayer al hoy, el futuro de nuestra cerámica
Fuerteventura es una isla singular en el Archipiélago, pues siendo la segunda en extensión, es la menos poblada por kilómetro cuadrado. Este dato y el de la dispersión de la población, junto con la total dependencia del turismo, es lo que marca el presente y el futuro de la isla, condicionando un desarrollo sostenible y armónico, tanto en la cerámica como en toda la vida insular.
La cerámica, junto a las demás artesanías, tiene un futuro incierto, pues, dentro de nuestra sociedad y cultura no representa un valor importante, sino una actividad subsidiaria, folklórica, algo cada vez más marginal.
La falta de relevo generacional es otro importantísimo problema para la cerámica y las artesanías en general, sobre todo las tradicionales y aborígenes, al borde de la total desaparición.
Los jóvenes majoreros no tienen interés por ser artesanos del barro, con todo lo que de sacrificio supone ejercer este lindo oficio.
Si queremos y nos interesa perpetuar la cerámica en la isla majorera, debemos trabajar desde todos los ámbitos, para conseguir que se valore la artesanía como algo muy importante y digno en la sociedad en que vivimos, en nuestra vida cotidiana.
Reconocer y prestigiar el trabajo artesanal como un elemento de calidad de vida, como un medio más de mejorar el medio ambiente, nuestro entorno cultural y económico; es lo que puede permitir que la artesanía, la cerámica, no llegue a ser un objeto de culto en museos y colecciones privadas.
Desde dentro de las escuelas es donde debemos trabajar más para perpetuar las artesanías; pudiéndose implantar las artesanías como asignaturas importantes en el currículum escolar.
R.NJ
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