Desde muy pequeños tenemos siempre cerca tierra y agua, que al mezclarse se convierte en una masa más o menos pegajosa. Este gesto, este juego se ha repetido desde los últimos años, cuando nuestros viejos antepasados africanos imprimieron sus huellas en charcos de barro fresco.
La cerámica ha estado presente en la evolución de la humanidad desde casi sus orígenes, ayudando siempre a mejorar las condiciones de vida de la gente.
Pero, ¿Qué es la cerámica? El barro, o la arcilla, mezcla de muchos minerales, al secarse y calentarse muchísimo se endurece tanto que aunque se moje no se deshace.
Así pues, la cerámica es barro o arcilla quemada a gran temperatura ( más de 650°C ). La palabra «cerámica» es de origen griego «keramos».
Y ¿Qué es barro o arcilla? El barro y la arcilla son palabras sinónimas, significan lo mismo, la diferencia está en su origen como palabra: barro es de origen latino y arcilla de origen árabe.
El barro o la arcilla son materiales minerales naturales a los que al mezclarse con agua se les puede dar forma, modelar, y esta forma se mantiene al secarse, a esto lo llamamos plasticidad.
Las arcillas o barros son de origen mineral y se han formado después de miles de años de erosión de diversas rocas.
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