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jueves, 7 de enero de 2016

Orígenes de nuestra Alfarería Majorera

 Orígenes de nuestra Alfarería Majorera

La artesanía de la isla de Fuerteventura tiene una raíz muy propia, arcaica, de reminiscencias neolíticas y con claros rasgos de la cultura bereber y de muchos pueblos del norte del continente Africano, y que predomina en nuestra isla desde tiempos remotos, antes de la conquista propia de la isla en sus procesos durante el siglo XV.

Los diferentes procesos volcánicos sufridos en la orografía de la isla a lo largo de siglos, hacen que de sus montañas broten pequeños barreros que sirven como materia prima en la mezcla del barro con el agua, a la que se une el Almagre para cerrar los poros e impermeabilizar las piezas de cerámica creadas o bien colorearlas, así como los típicos “callaos”, lajas o piedras de la playa (conocidas también en la isla como guijarros o cantos rodados), que permiten pulir o dar forma a la obra hasta su terminación, proceso que culmina asándose o quemándose la pieza.

María Salomé García Acosta

martes, 28 de julio de 2015

Hallazgos de cerámica aborigen en fuerteventura en el año 1976


  La prensa publicó a grandes titulares, el día 6 de diciem­bre de 1977, el descubrimiento de cerámica aborigen en la Isla de Fuerteventura.

 
Como protagonista, El catedrático Vicente M. Encinas, queriendo dejar como recuerdo  del acontecimiento constancia histórica del hecho e intentar a su vez un análisis histórico y artístico de las piezas encontradas, elaboró el presente trabajo.
 
 
 
LUGAR DEL HALLAZGO
 
Limpieza cuidadosa de restos aborígenes
Limpieza cuidadosa de restos aborígenes
La zona no puede ser más agria y áspera en la calcinada Fuerteventura.
 
En el distrito municipal de La Oliva, al noreste de la Isla, se encuentra el pago de GURIAME o HURIAME: una inmensa llanura de malpaís maldito, sembrado de detritus volcánicos, aulagas sin flor y tabaibas resecas.
 
Como de costum­bre, propiedad de gentes extranjeras. En esta inmensa soledad se hallan diseminadas gran número de cuevas producidas por ríos de lava; la mayoría de ellas cegadas por sedimentos y de­rrumbamientos geológicos y aún en espera de ser exploradas inmediatamente- pues ya hemos hecho un estudio de la zona con fines arqueológicos o Algunas sirvieron de habitación hu­mana a los aborígenes y en sus entrañas guardan milagrosamen­te el secreto de la sorpresa cultural.
 
Que estos parajes estaban habitados por los aborígenes antes de la conquista, nadie lo pone en duda. La cerámica, huesos humanos y restos de alimentación dentro de las cuevas, son las pruebas palpables, como asimismo las derruidas y des­gastadas piedras de sus toscas viviendas cabe las cuevas. Una pregunta, sin embargo, salta de forma inevitable, ¿Có­mo los aborígenes podrían sobrevivir y defenderse en esta zona abierta y panorámica, prácticamente improductiva?.
 
Según las Crónicas de Le Canarien, el majorero aborigen no cultivaba la tierra. La base de su alimentación, primordialmente animal, era: la leche, la carne seca, la manteca y moluscos cogidos en las costas. Se completaba con alguna que otra semilla salvaje. No eran, pues,necesarios para subsistir, los valles y las actuales gavias majoreras. Las cabras, aunque se daba una trashuman­cia isleña, podían pastar y producir con el herbaje prendido en la paramera volcánica, a veces rica en cosco. 12 En cuanto a la defensa, el aborigen de la zona en cuestión practicaba un mimetismo singular para desaparecer rápidamen­te en estos refugios subterráneos. Recuerdo haber leído con relación a Fuerteventura, en crónicas que hablan de la caza de esclavos, cómo por arte de magia los isleños desaparecían entre la tierra.
 
Las cuevas, donde hemos encontrado las vasijas, están perfectamente diseminadas en la llanura volcánica y sus ramificaciones, caso de ser detectados, podían impedir ser descubiertos. Los depredadores humanos, en sus incursiones anteriores al siglo XV traumatizaron la Isla y la población pasó a ocupar los riscos de Pájara y Jandía, donde el espejismo de la seguridad era más atrayente, pero también más problemático. Según "Le Canarien", en 1.402, no había moradores en el lugar donde se han encontrado las vasijas. La defensa mimética fallaba con facilidad. Tenemos que pensar en un abandono for­zoso.
 
EL HECHO DEL DESCUBRIMIENTO
 
El día primero de diciembre de 1977, dos jóvenes de la familia de D. Marcos Alonso, vecino de Villavarde, se interna­ron en la cueva y rescataron las dos vasijas de tamaño mayor (Huriame - 1. - Hl Y Huriame 2.- H2) mientras que la terce­ra (Huriame 3.- H3) fue descubierta a pocos metros de la entrada por Pedro Carreño Fuentes y por mí, en la mañana del 3 de diciembre.

Aquella soledad me impresionó y comprendí el sangrante abandono de los medianeros que habitaron este malpaís mal­dito, hasta muy entrado el siglo XX.
 
Pero aún me emocionó más cuando contemplé estupefacto la inquietud de los únicos supervivientes de aquella catástrofe histórica e hijos de aque­llos que convivían con los aborígenes: los guirres. En grupos, sobrevolaban el lugar, como queriendo estudiar el secreto y como policías conscientes del tesoro escondido. Una de las vasijas (la H2) se deterioró considerablemente al ser extraída de la cueva, por el desprendimiento fortuito de una piedra. Aun así conserva toda su integridad. Las otras dos per­manecen en buen estado.

En la cueva se encontraban también © Del documento, los autores.

 Digitalización realizada por ULPGC.

Biblioteca Universitaria, 2010 un cráneo y una tibia que tomaron el camino de Europa, antes de llegar nosotros. No obstante, a pocos metros de la entrada de la cueva, aún contemplamos una pesada piedra labrada que bien puede ser piedra sacrificial o de trituración doméstica.
 
DESCRIPCION DE LA CUEVA
 
La cueva, a pocos metros de distancia de la entrada, se ra­mifica en tres direcciones. Dos de las ramificaciones son de corta distancia, mientras la tercera, aún sin explorar, se alarga hasta extremos que aún no hemos podido determinar. La vasija H3 se encuentra, como hemos dicho,a poca dis­tancia de la entrada. Es la vasija más deteriorada por la hume­dad y que ha perdido la dureza de la cocción primitiva. La vasija Hl se encontraba en el fondo del "callejón" re­matado en forma de ábside románico. Estaba inserta en arci­lla- arena con una profundidad de diez centímetros. La posi­ción era vertical-erecta, y cubierta su boca por una tapadera de arenisca." La posición de la vasija H2 reproducía la misma estructura de colocación y posición que la vasija Hl. También estaba cubierta por una tapadera de idénticas condiciones.
 
Las tres vasijas estaban totalmente vacías. Nos ha llamado poderosamente la atención su colocación en forma vertical, erecta, en el fondo de las ramificaciones y a una separación de medio metro de la pared.
 
Cuando se rompió el silencio del tiempo y de la oscuridad de la caverna, sentimos como si algo frágil, misterioso,se quebraba. Aquellas vasijas esta­ban situadas, entronizadas como una estatua, sobre una espe­cie de altar de conjuros que era la arcilla-arena. Aquello se asemejaba a un lugar ritual, mágico, religioso, con la vasija como estatua o centro del culto. A nuestro juicio, son inequí­vocamente vasijas para conservar el agua, pero, ¿no servirían también para llevar a cabo sobre ellas, actuaciones mágicas con el fin de atraer la lluvia tan escasa, difícil y vital en Fuerteven­tura? Es verdad que esta interpretación no podemos compro­barla, ni tampoco confirmar hasta donde se puede defender su veracidad. Pero hemos de pensar que estamos viviendo un momento neolítico y en Herbania, a diferencia de Europa, la lluvia era aún más necesaria y su falta producía más angustia que la carencia del bisonte o ciervo en el paleolítico.
 
Lo que sí podemos afirmar es que de la colocación de las vasijas se deduce la gran estima y valor que gozaba el agua en la isla y la forma adecuada que lograron para conservarla inal­terada, custodiada y sigilosamente protegida del robo y de los cambios climáticos. El hallazgo de conchas, residuos vegetales y huesos humanos en la cueva, nos confirma que fue habitación humana o tal vez funeraria, según podemos deducir de los enterramientos que hace unos días se encontraron en Villaver­de y tuvimos el gozo de contemplarlos, apenas descubiertos.
 
ESTRUCTURA ARTESANAL Y TEMATICA DECORATIVA
 
La estructura artesanal de las piezas encontradas se inscribe en líneas generales, dentro de las constantes que estableció ]iménez Sánchez para la cerámica neolítica majorera. (Cf. S. Jiménez Sánchez, Cerámica neolítica de las Islas de Fuerteven­tura y Lanzarote, en "El Mu_s~o Canario" 1946, núm. 20, pág. 47 - 77." No obstante presentan algunas diferencias y nove­dades. VASUA Hl (Huriame 1)" Altura.- 49 cms. Diámetro en panza.- 43 cms. Boca.- 21 cms. Creemos que esta bella vasija es la de mayor altura, mayor panza o vientre y por consiguiente la de mayor volumen, de las encontradas hasta el momento en Fuerteven­tura.

Su forma es ovoide estrangulada, sumamente ventruda," hecha a mano y sin torno. Termina en punta tronco-cónica. Su cuello es de dos cms. de altura. En su composición se aprecian granos de arena, productos carbonosos en trabazón sólida, elementos de mica y arcilla. Su cocción es perfecta lo mismo que su acabado.
 
En su forma original gozaba de un bruñido con tonalidades azuladas oscu­ras, provocado por la intensa cocción y un delicado frotamien­to. El color actual es ocre-negro-azulado, con aspecto y tacto áspero. Las paredes gozan de un grosor aproximado de un centímetro. Funcionalmente está diseñada de forma perfecta y sus proporciones guardan relación con la misión a desempeñar: contener la mayor cantidad de agua posible, liberándola de la humedad o agentes destructores del suelo, de tal manera que la vasija "flotase" en el aire. Así, con la menor base posible intro­ducida en tierra y en posición vertical, se lograba no sólo la inversión basal, sino también la consecución del eje de estabili­dad.

Sobre la boca se encuentra una gran tapadera de arenisca, semiporosa, que gravita sobre la vasija con doble función: preservar de elementos corruptores y gusanos al agua y presionar sobre el suelo arenoso, para conservar la posición erecto-verti­cal.
 
Lo que más sobresale en esta vasija, aparte la esbeltez y VASIJA H 1 (HURIAME 1) VASIJA H 2 (HURIAME 2) 13 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2010 tamaño de la misma, es su temática decorativa.
 
El profesor jiménez Sánchez ya demostró que la decoración de la cerámica neolítica majorera es la de mayor perfección del Archipiéla­go, la más bella, la de más técnica y también la de más variada ornamentación. Es absolutamente incisa y a veces ofrece algún relieve.
 
 Pues bien, en nuestra Hl, nos encontramos con una triple temática decorativa, por supuesto geométrica, que se inicia en la terminación del cuello y se prolonga por el vientre. Se da, en primer lugar, en torno a la terminación del cuello una franja de espiga circular-horizontal. El punteado o golpe profundo de uña lo forman dos hileras simétricas, muy deterioradas. De la línea horizontal espigada arrancan las estrías o decoración aca­nalada, que de forma vertical se pierden una vez traspasada la curvatura central. En el punto de arranque gozan de mayor grosor y profundidad, terminando por diluirse en la parte baja ventral.

La decoración horizontal está realizada con un pun­zón, micntras la vertical es pectiniforme. La originalidad, hasta ahora no encontrada en vasija major era alguna, radica en seis grupos puntillados de seis en seis puntillos, colocados a igual distancia, tanto grupos como puntillos, y localizados sobre el arranque de las estrías verticales. Proporcionan a la vasija una bellísima contextura ornamental ya que dichos puntillos, al estar en relieve pezoniforme, con­trastan con la ornamentación incisa y ofrecen una belleza de delicada factura. Hemos pensado en su posible significación, pero no nos atrevemos a insinuar conjeturas, optando por la teoría ornamental, sin más.
 
VASIJA H2 (Huriame 2) Altura.- 40 cms.
 
Diámetro en vientre.- 38 cms. Boca.- 19 cms. Bella vasija, aunque algo deteriorada por el accidente for­tuito al extraerla de la cueva. El tipo es semejante al de la ante­rior; sin embargo su material es sumamente arcilloso y está atacado por la humedad. Peor cocida que la Hl, presenta un color canelo claro y de superficie menos áspera, aunque tamo bién menos rutilante. Su terminación basal es tronco-cónica, aunque más puntiaguda que Hl. Goza también de tapadera arenisca. Su decoración es totalmente diferente de la de la vasija ante­rior y menos perfecta. No posee decoración acanalada vertical. Tiene un punteado irregular, a veces una sola incisión, a veces dos en torno al cuello. Dicho punteado, dispar también en pro­fundidad, se encuentra rodeado de líneas horizontales asimé­tricas, que a veces se entrecortan y otras veces se pierden sin guardar distancia regular entre ellas. Parece como si el alfarero hubiera querido liquidar, lo más rápidamente posible su obra, sin intentar una decoración estudiada.
 
VASIJA H3 (Huriame 3) Altura.- 19 cms.
 
Diámetro.- 30 cms. Boca.- 26 cms. Vasija ovoide semiesférica, sin cuello, con amplia base tronco-cónica: especie de cuenco o tofio sin pico, pero con mayor abertura de boca. Ha perdido su cocción y el color que presenta es un canelo claro, de barro arcilloso seco. El material empleado es la arcilla típicamente majorera. Unicamente goza de decoración geométrica pectiniforme acanalada con mayor incisión en el punto de arranque, que degenera en sumamente tenue cerca de la base. Sus estrías ver­ticales están perfectamente logradas. Goza de gran estabilidad al poseer amplitud de base y diñcilmente se derrama el líquido que pueda contener. Las vasijas están depositadas en el Cabildo Insular de Fuer· teventura en espera de ser trasladadas a un lugar digno y pro­pio como sería un museo insular o una casa-museo de cultura.
 
En acto solemne del día 14 de diciembre de 1977 fueron en­tregadas a las autoridades insulares para garantizar su perma­nencia en la Isla.
 
VICENTE M. ENCINAS CATEDRATICO
 
Puerto del Rosario

miércoles, 24 de diciembre de 2014

La Alfarería Tradicional en la isla de Gran Canaria


La Alfarería Tradicional en la isla de Gran Canaria



Trabajo a mano elaborando una pieza
Trabajo a mano elaborando una pieza

Trabajo a mano elaborando una pieza
La alfarería es uno de los oficios más antiguos que existen en el mundo, y en Gran Canaria no podía ser de otra forma… Los primeros trabajos en cerámica conocidos son los aborígenes, de origen prehispánico. A partir del siglo XV comienza la llamada “cerámica histórica”, realizada sobretodo por artesanos andaluces.
En la isla la cerámica se denomina comúnmente loza y a los alfareros loceros, o más bien loceras, ya que siempre fue una profesión eminentemente femenina, desde sus inicios.
La forma tradicional de trabajar la loza en Gran Canaria se mantiene en algunos lugares, o centros loceros, como Lugarejo (Artenara), Tunte (San Bartolomé), Hoya Pineda (Gáldar) o La Atalaya (Santa Brígida), y consiste en su levantamiento sin el uso de torno y el posterior guisado en hornos, muchas veces a cielo abierto.
Este proceso de trabajo tradicional se resumen en:
  • La extracción del barro -la materia prima de la pieza- y del almagre, que le da el color rojo tradicional.
    Trabajo a mano elaborando una pieza
    Extracción del barro
  • La preparación de la mezcla, combinando el barro normalmente con agua y arena.
  • El amasado de la mezcla con la manos o los pies.
    Trabajo a mano elaborando una pieza
    Amasado del barro
  • El levantamiento o modelado de la pieza a base de “churros” de barro que se superponen sobre una base y a los que se va dando forma con “lisaderas” y “rasponas”.
    Trabajo a mano elaborando una pieza
    Levantamiento de la pieza
  • Una vez la pieza está urdida se deja secar unos días, se alisa y decora.
  • Finalmente se guisa la pieza en un horno con fuego directo.
    Trabajo a mano elaborando una pieza
    Guisado de la pieza

A mediados del siglo XX se había perdido prácticamente esta forma de artesanía, afortunadamente hoy en día se va recuperando por el interés de muchos artesanos canarios y gracias al apoyo de instituciones como el Cabildo Insular.
Además, ha resurgido el interés académico por la fabricación de loza, proliferando los artículos y trabajos de investigación sobre el tema como, por ejemplo, los que llevan a cabo en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria sobre la cerámica aborigen, Amelia Rodríguez Rodríguez y Miguel del Pino Curbelo y, sobre centros loceros y cerámica tradicional, Amelia Rodríguez Rodríguez, Antonio Jiménez y Juan Zamora.

Trabajo a mano elaborando una pieza
Pieza de cerámica tradicional. Fondo FEDAC

martes, 16 de diciembre de 2014

Dos ánforas, patrimonio de los majoreros


Dos ánforas, patrimonio de los majoreros

Patrimonio Histórico del Cabildo incorpora a sus fondos dos "anforetas" del siglo XVI localizadas bajo el mar de Corralejo

Ánforas, encontradas
Ánforas, encontradas
  El hallazgo se produjo gracias a la colaboración entre la Guardia Civil, el club de buceo Dive Center y la Corporación insular

Con la firma del acta de recepción entre el Cabildo de Fuerteventura y el Club de Buceo Dive Center de Corralejo, el Departamento de Patrimonio Histórico de esta institución incorpora a sus fondos dos vasijas de cerámica correspondientes a la Historia Moderna europea cuyo hallazgo se produjo en los fondos marinos majoreros, al norte de la Isla.

La recuperación de estos dos elementos fue posible con la participación especial del Destacamento Marítimo de la Guardia Civil en la Isla con sede en Corralejo, de manera que la entrega de las cerámicas se formalizó esta mañana con la participación de las tres entidades implicadas.

Los primeros análisis técnicos realizados por parte del personal del Cabildo permiten fechar las cerámicas entre los siglos XV y XVIII, con mayores probabilidades de pertenecer al siglo XVI, al corresponderse su tipología a los pequeños contendores de barro, de origen peninsular, utilizados en la época moderna para al transporte marítimo de aceite, vino y aguardiente.

Añadió el consejero de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo, Juan Jiménez, que la "denominación que se da a estos elementos, dependiendo del autor, puede ser tanto 'botija' como 'anforeta'". En adelante, prosiguió, "se realizarán otros estudios para conocer más datos sobre su origen y el periodo histórico al que pertenecen", siendo el fin último de la institución "incorporar las dos vasijas a la exposición del futuro Museo Arqueológico Insular", actualmente en fase de construcción en la Villa de Betancuria.

El presidente insular, Mario Cabrera, hizo hincapié en recordar las recomendaciones que ofrece el Cabildo ante la aparición de cualquier elemento "que pudiera tener un interés histórico, etnográfico, arqueológico o patrimonial, ya sea bajo el mar como en este caso, o en cualquier otro sitio". Los técnicos siempre recuerdan que "lo conveniente es no sacar nunca el hallazgo de donde se encuentra, sino tratar de localizar el lugar y avisar enseguida a las autoridades, ya sean policiales, medioambientales o a nosotros, las instituciones. Sólo así podemos asegurar que los expertos podrán estudiar el yacimiento en su contexto correspondiente, e iniciar si fuera necesario una excavación que permita recuperar y conservar el patrimonio en las mejores condiciones".

Por parte de la Guardia Civil, intervino el teniente Pedro Pérez del Destacamento Marítimo de Fuerteventura, explicando que la localización de las vasijas se produjo dentro de las labores de inspección rutinaria que realiza este cuerpo entre las empresas de ocio turístico y actividades acuáticas de la Isla.
Concretamente, señaló, "realizamos una labor divulgativa dentro de las labores de la Operación Ánfora, que se desarrolla a nivel nacional y se dirige a la protección y conservación del patrimonio histórico asociado al medio marino". En este caso, "informamos a los centros de buceo y otras empresas de la importancia que tiene ponerse en contacto con nosotros en caso de aparecer cualquier elemento que pudiera tener algún interés histórico".

En el marco de estas actuaciones, el director del Centro de Buceo Dive Center, Miguel Abella, pudo conocer los detalles de la campaña a informó a los agentes de la existencia de las cerámicas. "Unos clientes habían encontrado las vasijas en una inmersión hace varios años, en torno a una década, y desde entonces estaban guardadas en el centro de buceo. Desde que los agentes nos trasladaron lo que estaban buscando, les informamos y entregamos las vasijas. Ahora que conocemos estas indicaciones, informamos siempre a todos nuestros clientes de dar el aviso como primera medida antes de recoger cualquier cosa del fondo del mar".

Con la mediación de la Guardia Civil, la existencia de las vasijas se puso en conocimiento del Departamento de Patrimonio Histórico del Cabildo, que procedió a recogerlas e iniciar el trámite de recepción que ha culminado en el acto de hoy.

Desde la propia Guardia Civil incidieron en que las labores de recuperación de posibles hallazgos de interés arqueológico o histórico no implican una persecución a sus poseedores. Desde el Cabildo se trabaja conjuntamente con la propia Guardia Civil en esta materia, siendo el mensaje fundamental el de favorecer "la colaboración ciudadana y, especialmente en Fuerteventura, del sector turístico".

Los representantes de ambas entidades trasladaron que "en torno al patrimonio histórico no se va a perseguir a quien encuentra un elemento antiguo, a no ser que se trate de expolios o extracciones con fines de lucro, sino que, al contrario, se va a favorecer y premiar su colaboración cuando la entrega se realiza voluntariamente, como ha ocurrido en este caso".

Recomendaciones en caso de hallazgos arqueológicos

Por todo ello, las recomendaciones tanto de la Guardia Civil como de la Consejería de Patrimonio Histórico del Cabildo para los casos en que se producen hallazgos de interés arqueológico, comienzan por dejar el elemento en cuestión en el mismo lugar en que aparece, tanto en tierra como bajo el mar. En segundo lugar es importante buscar puntos de referencia en la zona o, si se dispone de GPS en el móvil, apuntar las coordenadas. Por último, el tercer paso es avisar a las autoridades, contactando directamente con el Cabildo, la propia Guardia Civil, agentes de Medio Ambiente, o el teléfono genérico de emergencias 112.

14 de julio de 2014


Momento de la firma de la entrega a Patrimonio del Cabildo


lunes, 29 de septiembre de 2014

La artesanía de Lugarejos

La artesanía de Lugarejos

  Lugarejos es un barrio troglodita del municipio de Artenara. Aquí ha pervivido la vivienda aborigen en cuevas excavadas. Y durante los últimos siglos, también ha pervivido –en toda su pureza– un oficio que se remonta a los antiguos habitantes: la alfarería aborigen sin torno y sin horno. 

Pese a su gran fama, en los años 60 del siglo XX el oficio se extinguió. La loza de barro hacía tiempo que había sido sustituida por el aluminio y el cinc. La población emigró. En 1994 sólo quedaban en el pueblo dos mujeres que conocían el oficio. Ese año el gobierno insular (Cabildo de Gran Canaria) organiza un curso y recupera la alfarería después de 30 años de paréntesis. En la actualidad, dos mujeres de Lugarejos continúan cocinando el barro como los aborígenes canarios.
El proyecto que rescató la alfarería de Lugarejos en 1994, realizó varias acciones que permitieron recuperar el oficio: el Cabildo compró unas cuevas que habían sido alfar; convocó un curso de alfarería con las dos últimas loceras que quedaban vivas (Manuela Santana y Teresa Lugo); reformó las cuevas hasta convertirlas en Centro Locero de Lugarejos. Aquel mismo año, las dos monitoras y 14 alumnos cocinaron 200 piezas de barro por primera vez en 30 años.
La loza de barro de Lugarejos es de la tipología “alfarería popular canaria”: se trabaja con las manos, las piezas se levantan sin emplear torno. Pero la loza de barro de Lugarejos tiene una diferencia que la hace más original y primitiva: las piezas de barro crudo se cocinan al aire libre. Como combustible se emplea lo que el pinar ofrece: pinocha, piña de pino, leña de monte. Aquí no hay horno, sino “guisadero” (es decir, el lugar donde el barro se guisa).
Como los propios aborígenes, María Isabel León muele almagre con un molino de mano.
La pinocha alimenta el fuego en el guisadero.


PASO A PASO

El guisadero
El barro, la arena y el almagre lo buscan en el barranco y en el pinar. Las piezas más populares eran: bernegales, vasijas, palanganas, ollas y cafeteras.
1. El barro se moja, se mezcla con arena y se amasa con los pies. Se levantan las piezas a mano uniendo tiras de barro que llaman “churros”. Para darles su color rojo se untan las piezas con almagre.
2. El gran día, todas las piezas se ponen al sol durante varias horas.
3. El guisadero está formado por varias hileras de bloques de piedra. Las piezas de barro se colocan encima. Deben estar perfectamente encajadas, para que no se muevan ni un milímetro. Las más grandes: debajo, tumbadas; las más pequeñas, encima.
4. La pinocha es el combustible que prende el fuego: se pone debajo y encima del barro crudo.
5. Para mantener y fortalecer el fuego, se van introduciendo muchas piñas de pino.
6. La elevada temperatura pone el barro de color negro.
7. Es el momento de cubrir todo con leña y con más pinocha. Una gran llamarada final envuelve todo el barro, cocinando la loza.
8. El fuego consume lentamente el combustible vegetal y se apaga solo. El guisadero queda cubierto por un montón de cenizas.
9. Cuando se enfría el barro, se retiran las piezas.
Tras décadas en el olvido, las dos últimas alfareras de Lugarejos imparten un curso en 1994 que rescata el oficio: Carmela Lugo (izquierda) y Manuela Santana.
Más información:

En el reportaje de Yuri Millares “Lugarejos treinta años después”. Publicado por primera vez en el periódico La Provincia (4 de septiembre de 1994). La revista Pellagofio lo reproduce en su edición digital.

Adm. MSGA

martes, 19 de agosto de 2014

La revista " El Pajar ", recibe el premio de Artesanía

La revista " El Pajar ", recibe el premio de Artesanía

  La Comisión de Educación, Cultura y Deportes que preside Francisco Linares, celebrada el pasado miércoles 13 de agosto, ha propuesto conceder el Premio Artesanía y Patrimonio Villa de La Orotava 2014, en su undécima edición, a la revista “El Pajar.

Revista " El Pajar "
Revista " El Pajar "
  Este premio de Artesanía y Patrimonio “Villa de La Orotava” se entrega en un acto a celebrar durante la inauguración de la vigésimo novena Feria Regional de Artesanía de Pinolere, que será el próximo 5 de septiembre a las 12:30 horas.

Este año la muestra se desarrolla bajo el título “La raíz es la joya”. “El Pajar. Cuaderno de Etnografía Canaria” es la publicación, de carácter etnográfico, más importante del Archipiélago Canario. Se edita desde 1995 y cuenta con la colaboración de las administraciones públicas Canarias como Gobierno de Canarias, Cabildo de Tenerife y Ayuntamiento de La Orotava. Desde hace 19 años, con una interrupción de dos años, se han publicado—incluyendo la que se presentará en breve— 31 números que concentran unos 587 artículos, redactados por más de 457 autores que abordan casi todos los campos de estudio y la temática de la etnografía y la cultura popular.


  Entre otras cosas se ha publicado información sobre el trabajo textil, la cerámica, los oficios tradicionales, la artesanía, imaginario festivo, y otras temáticas de estudios arqueológicos, históricos y artísticos. Tanto del ámbito canario como de otros lugares de América, Península Ibérica y Europa y, en menor medida de África y Asia. Han publicado en esta revista investigadores y profesorado de las dos universidades canarias, técnicos de administraciones públicas, docentes de educación primaria y secundaria, investigadores adscritos a centros, organismos o instituciones museísticas, e investigadores de otras comunidades autónomas y de otros países. En estos 19 años se ha publicado una media de 20 artículos por edición, siendo las revistas con más artículos publicados las número 17 y la 25 (con una media de unos 31 artículos).

Mientras que el número con menos artículos publicados fue el 0 con sólo 4 artículos. Los temas monográficos más representativos que se han tratado han sido la alfarería y la cultura del mar. También las fibras textiles, la agricultura, la ganadería, la cestería y la arqueología canaria.

Las monografías suelen coincidir con la temática anual de la feria. Además de los temas monográficos en casi todos los números de la revista El Pajar se han publicado artículos misceláneos. Por temática, los estudios etnográficos suponen el mayor volumen de artículos publicados (casi el 60 % del total), siguiéndole los estudios de Historia (12,55 %), Arqueología (6,17 %), Antropología (3,28 %), Historia del Arte (1,35 %) y Geografía (0,96 %). En este sentido, se advierte que a pesar de ser una publicación de carácter eminentemente etnográfico, se han editado trabajos de otras disciplinas pero que se interrelacionan con ésta.

Además de la edición de la revista EL PAJAR. Cuaderno de Etnografía Canaria, el equipo de redacción de la misma ha llevado a cabo el cuidado y programación de diferentes publicaciones como “Los libros de Pinolere”, “Catálogos exposiciones”, “Pinolere. Lujo” y “La Memoria de los Viejos” (audiovisual). PREMIO ARTESANÍA Y PATRIMONIO Desde el año 2004, y por iniciativa del colectivo cultural Pinolere, el Ayuntamiento de La Orotava instauró el conceder como institución este significativo premio que da un mayor reconocimiento a la importante labor de personas, entidades y colectivos del municipio en pro de la artesanía y el patrimonio, permitiendo mantener nuestras costumbres, tradiciones y antiguos oficios.

Así, en los últimos años se ha entregado este premio a La Hermandad de Labradores (2004); a los hermanos cesteros de Tienda Rica Modesto y Donato González (2005); a la caladora de La Perdoma Armenia González (2006); al escultor y alfombrista Ezequiel de León Domínguez (2007); a los Molinos y Molineros de la Villa (2008); al prestigioso cestero de La Florida, Norberto Luis Perdigón, en el 2009; en 2010 a los artesanos tallistas de la madera; en 2011 a las diez panaderías tradicionales del municipio y el pasado año 2012 a los zapateros tradicionales y en concreto a la zapatería Chávez, con los hermanos Pedro y Tomás Chávez Méndez (la de San Francisco) y a la zapatería Viuda de Santiago Bello (de las Cuatro Esquinas) y sus actuales zapateros José Hernández Arbelo conocido como “Pepe El Zapatero” e Inocencio Iglesias Hernández, conocido como ‘Chencho’. Y en 2013 a Domingo Martín Machado, artesano de instrumentos musicales de cuerda y percusión.


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